BISQUET
BISQUET
La historia del bísquet mexicano es la más curiosa de todos
los panes: es una interpretación mexicana de la versión china de la versión
estadounidense de un pastry inglés.
El tentempié que acompaña al té inglés mutó en tierras
estadounidenses, durante la guerra civil, donde en lugar de levadura usaron
bicarbonato de sodio para que la masa subiera. La receta pasó a los chinos que
vinieron cuando se construían las vías de ferrocarril que unirían al este con
el oeste, y los mismos orientales trajeron la receta a México cuando llegaron a
principios del siglo XX. Aquí el bísquet se hizo amigo del Royal y del azúcar,
hasta convertirse en el pequeño tesoro que es ahora.
Lo mejor es abrirlo por la mitad, tostarlo un poco y untarle
mantequilla y mermelada; aunque también se pueden hacer buenos emparedados con
él.
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